(Comentario solicitado para la sección "El Apunte" en las emisoras de la Cadena Ser en Navarra)
Voy a contar un sucedido. El 12 de diciembre del año pasado se votaba en el Congreso la Ley de Financiación Autonómica. A la entrada del hemiciclo, siendo las 9 de la mañana, el Portavoz de CiU Josep Sánchez Llibre preguntó al diputado de UPN qué pensaba votar. Carlos Salvador le dijo que votaría afirmativamente, en un nuevo cambalache con el gobierno de Zapatero. Y el catalán, indignado, le dijo al navarro un frase taxativa, de la que fui testigo: “Con esto os vais a cargar el régimen foral de Navarra”. El voto de Carlos acabó siendo decisivo, imponiendo el modelo de financiación a las demás comunidades españolas, aunque aquí en Navarra ese modelo no tenga ninguna vigencia. La politiquería se había impuesto, y ahí quedó la amenaza dicha por el veterano y agraviado diputado catalán.
Viene a cuento esto tras detectarse el nuevo intento de Miguel Sanz de mercadear con tal voto, hoy a cuenta del Convenio Económico. La idea es propia de una formación nacionalista. Si Zapatero acepta mejorar el Convenio Económico, UPN volverá a salvarle la vida. Se dice que hay en juego tanto como 200 millones de euros, aunque nadie nos ha mostrado el cálculo. Me consta que los técnicos de Hacienda están escandalizados ante el escenario. Una cosa es renegociar el Convenio cuantas veces sea necesario, lo cual defiendo, y otra distinta es poner el asunto en medio de la cutre almoneda política en la que ha degenerado al actual legislatura. UPN salvó a Zapatero de tener que dimitir el pasado mes de mayo. Ahora cotiza de nuevo.
Y mientras algunos buscan puertas afuera la razón de la viabilidad económica de Navarra, otros pensamos que la enfermedad está instalada en el propio Palacio de Navarra. No es extraño que tras unos años de gasto desmedido, de subvencionar todo lo subvencionable y de tirar por la calle de en medio del déficit, las cuentas estén descalabradas. Y no por lo que pagamos al Estado, sino por el coste que supone la mediocre política económica de Alvaro Miranda, el mismo que acuñó la frase del verano, esa de “me regalaron un Rolex pero no le di importancia”. Por cierto, ¿piensa algo sobre todo esto Yolanda Barcina?
N. B. Tras grabar el comentario, Yolanda Barcina dio una rueda de prensa en la que dice que "UPN no hablará con el PSOE de los Presupuestos del Estado hasta que no se solucione el desajuste que se ha producido en el Convenio Económico" puesto que "el resultado de las negociaciones sobre el Convenio influirá en los presupuestos, ya que se traducirá en más o menos ingresos, por lo que es urgente el acuerdo para que Navarra elabore unas cuentas ajustadas a la realidad". Barcina ha vuelto a pasar por el aro, y vuelve a demostrar su insustancialidad y falta de personalidad política propia. Repica lo de Sanz, eso de que antes de hablar de los presupuestos tiene que resolverse la controversia sobre el Convenio, porque éste tiene incidencia en los presupuestos tanto del Estado como de Navarra. Pero olvida que las cifras de la aportación que se consignan en ambos presupuestos son provisionales, ya que están sujetas a la liquidación definitiva que se hace a ejercicio cerrado y con los datos reales. Es decir, el impacto en presupuesto tendría lugar, como pronto, en el 2012.
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